INTRODUCCIÓN

Enseñar, aprender, no se puede evolucionar sin estos dos elementos: entrada-salida; yang-yin.

quien mucho dice se vacía, quien todo guarda se intoxica, se corrompe.

a quien le sirve mi hacer, mis andanzas, mi pobre experiencia? a mí de hecho, solo si lo comparto contigo.

Hago èste blog con la intenciòn de mostrar mis dibujos, mis coplas mis pensamientos, tal vez mis anècdotas de viajero,bohemio, solitario; con la intenciòn tambièn de compartir el folklore de Argentina, y la MÙSICA con mayùsculas -la del cursi mote de clàsica.

Soy conciente empero, de lo difìcil que es notar un yuyo raquìtico en un bosque gigantezco. Serè puès como "LA LLAMA DE UNA VELA ENTRE UN BILLÒN DE ESTRELLAS, QUE NÙNCA PRETENDIÒ SER MÀS QUE ESO: LA LLAMA DE UNA VELA"



lunes, 4 de julio de 2011

Andante meditativo.

(A modo de monólogo, quassi improvisato)
Con frecuencia arranco mis meditaciones, aplacando el torbellino mental, con el ejercicio de observar el presente, y lo comparto contigo en este momento:
Vivo el presente, el momento, cada instante... como lo que és: el único momento posible. Por tanto no hay nada mejor, no puede haber en el mundo, en el infinito mismo, felicidad mayor que éste instante, eterno, siempre distinto.
Qué simpleza no? Hasta roza la imbecilidad. 
Pero como podría uno internado en un hospital, preso en una celda, abandonado a merced de la naturaleza y su silencio, sobrevivir y no volverse loco, si no asume la actitud de vida de sentir el instante, gota a gota, bocanada a bocanada?
Como podría transcurrir nuestra existencia en "el mas allá", y la idea -absurda que nos han vendido- de la vida eterna, si no aprendemos acá, a vivir el presente y quedarnos extasiados con él?
La comparación es la responsable del sufrimiento, y del gozo -no digo felicidad- que podamos sentir. En el presente absoluto, abstracto, no hay comparación: todo es aquí y ahora
                     Y claro, con éstas ideas me logro aplacar, al menos por unos momentos, y permito que se acrisolen, se asienten, los sentimientos de mi verdadero ser: tomo contacto con mi verdadero yo, y le quito un rato el mando al ego.
Por supuesto, no podriamos vivir permanentemente en estado presente, vivir exige lucha, supremacía, imposición, nos guste o no.
Para ésto contrapesamos el efecto del presente, con los proyectos. Concluyo que del delicado equilibrio entre el presente, y el proyecto, surge la creatividad.
Y me interesaba llegar hoy al tema de la creatividad, y en sentido amplio del concepto, que es el yang: yang=el creativo. ¿Ubicas al yang?: el lado blanco, el polo positivo, la acumulación, el crecimiento, lo compacto, hacia adentro,la suma...
Creo haber observado que la única felicidad posible en ésta tierra está en la creatividad. Pero la creatividad, no confundamos, no se trata de obras maestras, de genialidad. Sino del hecho de hacer, construir. La creatividad es un esfuerzo diario y sostenido. Pero es el hacer propio: nuestro don, aquello en lo que podemos sumergirnos casi indefinidamente y con una absorción tal que no notamos el paso del tiempo.
El estado de creatividad es algo tan delicado como un castillo de naipes: cualquier cosa lo distrae, lo diluye. se necesita de la voluntad para mantenerlo vivo. La mejor creatividad surge con la obligación -el compromiso si te gusta más. El hacer de nuestro hacer propio, una profesión. Solo así se mantiene encendido, y surgen de él las cosas más increibles.
Claro que no podemos dejar de lado al yin, su contraparte, sin la cual no viviríamos. Nadie podría comer y crecer, sin deponer (defecar), ni tomar oxigeno, sin jnhalar monoxidos. El yin no solo es el tributo por estar vivos, sino que es el lado de los placeres, de la alegría de las emociones.
Así es amigo, así lo entiendo, así lo he observado, así me lo han enseñado, y todos absolutamente lo pagamos carísimo por no entenderlo, por perder de vista éstas verdades:
Confundimos la felicidad con la alegría; confundimos los sentimientos con las emociones.
Pensamos que lo que dá sentido a nuestra vida es el confort, la diversión, el sexo, la comida, el reconocimiento. Y todo eso -y mucho más- pertenece al lado yin. Incluido nuestro ego, que es el capitán del yin.
No se trata de reprimirnos, ni de combatir al yin. Con ésto solo conseguimos lo contrario. Sí se trata de reconocer al yang, a la creatividad, de la cual solo nos acordamos cuando estamos enfermos abatidos, o cuando la hemos perdido. Porque cuando lo verdadero se pierde, ya no hay forma de que regrese.




me despido ahora con un hermoso ejemplo de la creatividad más pura. Rondo espressivo de C F E Bach.
Fijate en el intérprete, es sin dudas la mas bella versión qu encontré.

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